Si bien los sistemas ERP juegan un importante rol para el buen funcionamiento de una compañía, cambiarlos o actualizarlos puede ser un dolor de cabeza. Estas cuatro preguntas le ayudarán a minimizar sus riesgos.
Muchas organizaciones buscan generar valor a partir de la transformación digital. Para empezar, los clientes suelen reconocer que sus entornos transaccionales –desde una perspectiva tecnológica– son rígidos y poco flexibles. Pero, del otro lado, los proveedores de software, con el tiempo, comenzarán a eliminar gradualmente el soporte y mantenimiento de los sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP) para impulsar otros productos.
Este panorama lleva a una discusión muy interesante sobre cómo modernizar la arquitectura tecnológica de una organización para impulsar sus ventajas competitivas. En ese sentido, creemos que realmente hay cuatro preguntas clave que responder en torno a cómo minimizar los riesgos de las transformaciones de la tecnología, y de los sistemas ERP. Concretamente:
1. ¿Construir o comprar una nueva plataforma tecnológica?
Existen muchas ventajas al comprar una plataforma de tecnología estándar o un sistema de planificación de recursos empresariales ya que, al ser algo probado, se implementarán en la organización las mejores prácticas del mercado, pero, si realmente se desea impulsar diferencias específicas lo mejor será construir plataformas propias.
2. ¿Cuándo debe actualizarse y cuándo modernizarse?
Todo depende del tipo de empresa que se desee ser. Se recomienda actualizar cuando se quiere utilizar un producto con pocas o nulas fallas, que ya ha sido probado antes en otras organizaciones y ha recibido mejoras. En cambio, si lo que se busca es ser una compañía innovadora, se recomienda modernizar, ya que se adoptarían funcionalidades y experiencias casi únicas.
3. ¿Cómo realizar la actualización?
Lo primero es tener claridad sobre lo que se requiere, es decir, aprovechar la tecnología para replantear y adaptar los procesos de la compañía o actualizar el entorno y continuar con los mismos procesos, solo que con mejoras.
4. ¿Hasta qué punto se está dispuesto a implementar tecnologías basadas en la nube?
En este punto es muy importante decidir la estrategia que la empresa requiere para satisfacer sus necesidades. Existen dos tipos de implementaciones: Una estrategia basada completamente en la nube; un modelo híbrido, que permitirá contar con lo ya establecido añadiendo la tecnología de la nube para facilitar ciertos procesos.
Si las preguntas se responden de manera integral, se puede minimizar drásticamente los riesgos de las transformaciones tecnológicas, y así permitir que cualquier organización utilice la tecnología para generar ventajas competitivas.
Sobre el autor: Berry Diepeveen es socio de la práctica de Tecnología en Bain & Company.
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